miércoles, 19 de agosto de 2009

Clyde

Sentado en el rincón más oscuro del bar de las entrañas, el malvado páncreas balbucea palabras tiradas al viento. "Vení vos, trasplantable", le espeta con voz altanera al riñón.
-Qué querés...

-Tenemos que hablar. Tengo algo que decirte.
-¿A mí? ¿Por qué a mí?
-No tengo amigos y vos sos mi menor enemigo. No te quiero, pero no te odio. Dejemos de lado esas paparruchadas de amistad. Seré directo: me gusta una.
-¿Qué? ¿Queeeeeeeeee? ¿Vos? ¿Enamorado?
-No, trasplan... ¿Sos sordo o pelotudo? Dije me gusta una... ¿Quién sabe qué es el amor? Para vos es una cosa, para el paparrucho del corazón es otra, para mí es otra. ¿Vos me podés enseñar de amor? ¿Quién puede? ¡Dejate de joder!
-A ver, ¿sentís mariposas en la panza?
-¡Ja! No, olvidate, no como bichos voladores.
-¿No podés sacartela de la cabeza?
-No es un sombrero.
-Pará, mejor explicame vos que sentís.
-Sueño con que podamos hacer maldades juntos. Yo sería Clyde Champion Barrow, ella sería mi Bonnie Elizabeth Parker.
-Que particular mirada del amor... Pero algo no entiendo, ¿qué querés de mí?
-Mañana es viernes, día de esa paparruchada de los relatos garabatos. Vos tenés contactos con el de arriba. Decile que... A ver... No, dejá, no le digas nada. No vale la pena. Es una causa perdida.

4 comentarios:

  1. Acaso el páncreas está diciendo que el amor es una causa perdida?

    Esperemos que llegue el viernes así nos enteramos...

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  2. Mmmmmm justo viernes! =O
    y sí; hay que esperar a mañana, no??

    veremos...

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  3. pura envidia del páncreas...todo porque quiere ser como el bobo que se acelera cuando tiene al amor en puerta...

    puff.. eso! quien es la malvada???

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