"Familiares del señor Páncreas". Nadie respondió al llamado.
"Algún amigo del señor Páncreas". Silencio.
"Algúm conocido...". Riñón, temeroso, con vergüenza, levantó la mano.
El médico de guardia dijo: "Está en coma. Su estado es reservado. Sólo un milagro podrá salvarlo".
Ahí, Riñón recordó aquella noche de borrachera de Páncreas a modo filosofal: "Los milagros no existen, bobo. ¿Quién los crea? ¿Dónde? ¿Cómo? Es una paparruchada de los que no confían en sí mismos. El único milagro es uno mismo. A la gente solo la ayuda la gente. No hay alguien supremo. No hay magia. Solo hay vida. Nada más".
"Haga lo posible, doc", pidió Riñón. Y agregó: "No hay milagros, hay gente que ayuda gente".
jueves, 15 de octubre de 2009
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Yo creo en hacedores de milagros, alguien igual o supremo. Pero que existen, existen.
ResponderEliminarEspero que Páncreas se salve. Espero el milagro ;)
Besos
jajaja...
ResponderEliminarun riñon realista???
Los milagros existen, si nos remitimos a ejemplos recientes la selección debería haber perdido hace mucho.
Ummm, controvertido!
ResponderEliminarSi bien creo que hay situaciones milagrosas o científicamente inexplicables, no siempre Don Páncreas se puede mejorar con "confianza", y Riñón tiene razón.
Estoy es un lio de organos!
Besos
Qué pasó con Páncreas?
ResponderEliminarQué pasó con los RG?
Me estoy preocupando...