miércoles, 20 de febrero de 2013

Dilema

Supóngase que usted tiene un/a amigo/a que se separó de su pareja. Una separación en estos tiempos es lo  más común de la vida, ¿no? Supóngase, también, que su amigo/a hizo todo lo posible por construir esa relación y actuó de buena fe, y que del otro lado no le pagaron con la misma moneda. También son cosas que pasan: todos tenemos decenas de decepciones humanas en esta vida. Pero, para cerrar el círculo, supóngase que la pareja de su amigo lo ensucia contando falsedades sobre el desarrollo y el final de esa historia...
Nace el dilema: usted, lector, ¿le aconsejaría a su amigo que haga silencio y que ya no vale la pena enterrarse en ese barro, o le aconsejaría que salga a decir la verdad ante cualquier persona que podría escuchar solamente la campana de la mentira? ¿Eh?

2 comentarios:

  1. uff... hablando, lamentablemente, desde la experiencia (asquerosamente reciente)... yo optaría por el silencio.
    Uno nunca deja de conocer completamente al otro, creo que quien se deje (refiriéndome a un 3ero) llenar la cabeza con mentiras, no es amigo que valga mantener.
    He dicho.

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  2. Mejor no se habla...

    Saludos desde mi playa...

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