lunes, 28 de septiembre de 2009

Hinchas

De ninguna manera. Negativo. Nunca sucederá. Este no es un blog de fútbol. Así que no se comentará sobre vicisitudes del mundo de la pelota. Por más que el corazón lo pida a gritos. Por más que la sangre recorra las venas con su rojo furioso para alimentar el ciclo de la vida.
Pero, en este juego de reflexiones del mundo diario, en este juego de pensar siempre más y más, hay algo que siempre llamó la atención. Y, se relaciona, con el lugar que ocupan las cosas. El lugar que debe ocupar cada cosa.
Una hinchada de fútbol tiene como misión que alentar a su equipo. Después de cumplir su misión, desde ese lugar, sentir orgullo por sus logros y por su club. Tras eso, recién ahí aparecerá la simpatía por el grupo de gente que canta y canta. Que goza y goza. Que sufre y sufre.
Será, tal vez, un buen ejemplo para entender que en la vida, como dice la canción, cada cosa va en su lugar. Nadie hace goles desde la tribuna. Ningún pescado vuela si el destino no le puso alas...

2 comentarios:

  1. Cada uno tiene su lugar, pero no un lugar impuesto sino por elección. A veces se puede desafiar al destino cambiando la realidad.

    Muy buena reflexión, como siempre!

    Besos

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