jueves, 17 de septiembre de 2009

RG 9: Otras

"El tiempo vuela", pensó. De escritos viejos rescató uno narrado desde el alma, en otoños que no paraban de llover. Decía:

"Ese soy yo. Y esa es la luz del tren. Y este es el puente. Mejor dicho, el barandal del puente donde estoy sentado, con gran parte de mi cuerpo bamboleando en el vacío.
Las piernas van y vienen. Como siempre, los cordones de la zapatilla izquierda están desatados. Nunca quedan firmes. No se porque. Son rebeldes. Los miro, sueltos, y río. E, inmediatamente, la siguiente lágrima rueda por la mejilla. Después cae, desciende rumbo a la nada. Pierdo su rastro. Es que allá abajo todo se pierde. Todo.
La luz se acerca. Potente. Implacable. El sí y el no se pelean dentro mío. Gane quien gane no habrá vencedores. Nunca los hay cuando se llega a los barandales.
Los recuerdos bombardean. Los buenos. Los malos. Más los malos. Por eso estoy acá sentado, mirando la nada. No, perdón, mirando la luz. Esa luz que ahora está un poquito más cerca. Serán 30 metros hasta allá. Si, unos 35 como mucho. Y para abajo, otro tanto. O tal vez unos 25. Será un segundo hasta que llegue acá. O uno hasta rebotar contra el piso. El mismo tiempo.
¿Cuántas cosas pueden pasar por una cabeza en una milésima de tiempo? Muchas. Demasiadas...
La luz pasa por debajo del puente. Esta vez se fue. Habrá otra. Otras. Ese es el problema. Siempre hay otras".

Lo releyó una vez más. "El tiempo vuela", resopló. Hoy hay luces... Otras luces. Y hay trenes... Otros trenes. Y vida... Otras vidas. "Siempre hay otras... Esperanzas", agregó. Rió. Y se fue a dormir.

3 comentarios:

  1. ay pri ay pri!!! Que emoción...

    Me gusto la ultima frase "Siempre hay otras... esperanzas"


    Abrazo de oooosooooo...

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  2. Me encantó, y es verdad, siempre hay otras esperanzas.

    Besos

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  3. Como ya te dije el otro día...
    "siempre hay tormentas, siempre!.. pero todo llega...TODO"

    Besos

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