viernes, 28 de mayo de 2010

EM 4: Zulma Lobato

Ernesto "Poroto" Marangoni estaba confundido. Su primer paso como Evita Muerte había tenido éxito y fracaso a la vez. "Nadie se sucidió", pensaba con visión optimista. "Aunque en realidad nadie quería hacerlo", le decía su costado pesimista. No se decidía si fue un gol a favor o en contra en su vida plagada de pelotas en el propio arco con muy pocas en el ajeno.
Apenas piso el departamentito de dos ambientes con poca luz que le alquila a su tío por 1200 pesos por mes, más expensas, corrió al baño, abrió la puertita donde guarda los repuestos de papel higiénico y sacó un cuaderno. Su cuaderno. Ese que lee mientras mueve el intestino.
Son 100 hojas con frases de las más diversas, sobre temas de los más diversos. Un día, Rodríguez le dijo: "Tu palabra no vale nada". Poroto entendió el mensaje y desde entonces anota pensamientos, teorías y aforismos ajenos. Va por 637, y casi se los sabe de memoria.
Buscó en la e de éxito, y encontró. "Acá estas", señaló por la mitad de la hoja unas palabras de John Fitzgerald Kennedy: "El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano". Asintió con la cabeza y dijo: "Mis papás murieron de chiquito. Con razón yo soy huérfano".
Salió del baño, levantó el teléfono, marcó el 154-979 y cortó. No tenía ánimo para marcar los cuatro números restantes que lo separaban de la puteada de Rodríguez. La oía en su cabeza: PE-LO-TU-DO. Así, con mayúscula y deletreado. Poroto es bueno para pocas cosas. Una de ellas es despertar en el otro el sentimiento para dedicarle un hermoso insulto, con la boca abierta para darle forma a cada una de las vocales.
Prendió la televisión. Recordó el consejo de poner una porno y tocarse. Pero vio su mano machucada por el forcejeo para salvar al suicida que no quería suicidarse, y desistió. Además, su cabeza estaba más machuada que su mano. Entonces, puso Crónica TV, se recostó, y sonrió al ver la última locura de Zulma Lobato. "Quiero ser el delantero de Boca", decía la placa roja mientras el travesti, con pantaloncitos cortos, camiseta auriazul y botines, hacía jueguitos con la pelota. Y de paso cantaba su hit nuevito: "Gol, gol, gol. Si yo te hago un gol, entonces vos haceme un gol".
Ernesto tomó un sorbo de agua, pensó que si Zulma podía él también, acostó su cabeza en la almohada y se durmió.

2 comentarios:

  1. jajaja, no termino de decidir si me gusta o no jaja... pero que es bizarro lo es!

    "Tu palabra no vale nada".... uff.. hay varios de esos!

    cuidate periodista

    beso

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  2. Qué personaje EM! Ahora, ZL es su musa inspiradora? Vive mucho y verás de todo...

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