lunes, 31 de mayo de 2010

EM 5: Tota Santillán

"Aplaudan, aplaudan no dejen de aplaudir, los goles del travesti que ya van a venir". La Bombonera estallaba y, desde el corazón de la 12, los hinchas de Boca le dedicaban la canción a Zulma Lobato, que levantaba la mano saludando a toda la gente. Una hora después, a los 15 minutos del segundo tiempo, después de convertir dos goles, uno de chilena y otro de cabeza, Lobato dejaba la cancha. Fue una de las mayores ovaciones jamás dedicadas a un futbolista.
Con su reemplazante, Martín Palermo, se dieron un furibundo beso de lengua que excedió las coberturas de las revistas deportivas. "¿Nace el amor?", tituló Paparazzi con la foto de ambos cenando en Pippo. Y esa tapa se completaba con una foto de Florencia de la V diciendo "Gracias a la ciencia esperó trillizos", y otra del amigo Rodríguez que afirmaba que "No me interesan ni Pamela David, ni Pamela Anderson".
Ernesto Poroto Marangoni se despertó agitado. Abrió los ojos y se dio cuenta que todo era un sueño. Miró por la ventana y se dio cuenta que estaba amaneciendo. El reloj marcaba las 7.15 de un caluroso jueves de otoño. Fue al baño, orinó mucho, se lavó la cara y escuchó la musiquita de Crónica TV. "Dejé la tele prendida toda la noche, que boludo", se dijo.
Agarró el control remoto y cuando estaba por apagar, vio algo que despertó su atención: "Protesta de puesteros de choripanes en Costanera", decía el cartel rojo. "No puede ser. Esto atenta contra una costumbre argentina. Le quieren cobrar impuestos a estos pibes que le hacen un bien a la sociedad", se ofuscaba la Tota Santillán, fan número 1 de los puestitos en Facebook. "Todos en defensa de los choris, monumento a la argentinidad", posteó en su twitter el ex conductor bailantero.
Pero detrás de la imagen, en el muelle, al fondo, se veía una imagen difusa. Poroto llamó a su amigo Rodríguez, pero lo atendió el contestador: "Soy Rodríguez. No estoy. O estoy borracho y no puedo atender. Decime qué querés pero no se si te podré ayudar. Piiip". "Che, Rodríguez, hay una mina que se quiere tirar del muelle de la Costanera. Prendé Crónica TV". Cortó. Llamó de nuevo. "Antes era yo, Marangoni. Te aviso". Cortó. "Ernesto Maragoni. Tu amigo Poroto. Te aclaro".
Justo que lo necesitaba, justo que nacía otro caso para el Evita Muertes, Rodríguez no estaba, o estaba borracho. "Ya lo dijo Plutarco, el historiador griego: 'La amistad es animal de compañía, no de rebaño'. Sabias palabras".
Poroto bajó corriendo, paró un taxi y ordenó: "A la Costanera". A las diez cuadras se dio cuenta que estaba descalzo y en boxer...

2 comentarios:

  1. jajajajaja muy bueno!!!! cuantas veces nos han salvado los chori o las bondiolitasss, mi diosss!

    No creo que el autor este loco, tiene un humor particular.... del que yo soy adepta... ud. lo sabe.

    Beso!

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  2. Me robaste una carcajada con el final de este capítulo de EM! Entonces, EM no tenía dinero para pagar el taxi? O llevaba plata en el boxer... en fin...

    Quiero el próximo!

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