lunes, 8 de junio de 2009

TEG

Al oeste, Argentina limita con Chile. Es sabido. El límite lo establece en su mayor parte la Cordillera de los Andes. De un lado los chilenos, del otro los argentinos. Claro como el agua.
Hay otros límites que no son territoriales. O sí lo son. Bueno, tal vez. Los hijos, por ejemplo. Necesitan límites. Piden. Cada padre entenderá cuando y cómo mostrarle al hijo un grupo de altas montañas llamadas Cordillera de los Andes.
Hay límites entre los hombres, también. Hombres abarca mujeres. Cordilleras invisibles que cada uno debería ver con sus propios ojos. Nuestro cuerpo limita con el del otro hacia el oeste, y con de aquel hacia el oeste, y con el de más allá al sur, y con quien sabe quien al norte.
En las parejas también hay Cordilleras. De un lado, Chile. Del otro, Argentina. Limites. Uno y dos. Propios y en conjunto. Lo ideal sería que nadie juegue al TEG y cruce las fronteras dejando la batalla librada a la suerte de los dados… Puede tocar triple 6. O triple 1.

No hay comentarios:

Publicar un comentario